Tuesday, June 29, 2010

Los tiburones

Pues bien, el último día aparecieron los tiburones.
Aparecen unas aletas negras, inocentes
como para precavernos. El mar se vuelve
siniestro, ¿están en todas partes?
Créeme, dejan una estela de seis pies.
¿No es éste el mismo mar, y ya no jugaremos
en él como antes?
Me gustaba claro y no
demasiado tranquilo, con suficientes olas
para levantarme. Por primera vez
me había atrevido a nadar en lo hondo.
Vinieron al atardecer, la hora
del mar calmo con un brillo de cobre, aún no muy oscuro
para que hubiera luna, aún
bastante claro para verlos fácilmente. Negra
la afilada punta de las aletas.

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